A partir del 1 de septiembre, un nuevo test para medir el consumo de combustible y emisiones de CO2 (conocido por sus siglas en inglés, WLTP) se aplicará de manera oficial a todos los nuevos vehículos homologados en Europa. Ya en septiembre de 2019, la prueba se aplicará a todos los vehículos nuevos (hasta 12 toneladas de masa máxima autorizada) que estén a la venta en la Unión Europea.
En la actualidad, 19 Estados miembro de la Unión Europea aplican impuestos a los vehículos, basándose en los valores del CO2 obtenidos en las pruebas de laboratorio NEDC, entre ellos, España. Según Anfac, la asociación de fabricantes de automóviles y camiones, "el ensayo WLTP (que significa "procedimiento de prueba de vehículos ligeros armonizada en todo el mundo) introduce unas condiciones de medida del consumo de combustible y emisiones de CO2 mucho más realistas que la actual prueba de laboratorio, conocida por las iniciales NEDC ("nuevo ciclo de conducción europeo")".
"Debido a que el WLTP es más representativo que la prueba usada hasta ahora, el resultado obtenido para un mismo modelo será un mayor valor de CO2, si lo comparamos con sus resultados en el NEDC. Por tanto, tendría implicaciones sobre la fiscalidad" explica el departamento técnico de Anfac.
Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de la asociación de fabricantes, añade que "debemos asegurarnos de que los impuestos basados en las emisiones de CO2 no varían, teniendo en cuenta que un mismo vehículo tendría mayores valores de CO2 si se mide con la prueba WLTP que con la NEDC. De no hacerse así, la llegada del nuevo método de medición podría incrementar la carga impositiva que soportan los consumidores".