A lo largo de 2014 desaparecieron 1.000 transportistas autónomos que venían ejerciendo su actividad en España. Esos son al menos los cálculos de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores, UATAE, que ha elaborado un estudio basándose en los datos de afiliación de autónomos a la Seguridad Social correspondientes a noviembre de 2014.
A finales del año pasado había un total de 193.447 transportistas autónomos afiliados a la Seguridad Social, cantidad que evidencia la desaparición de más de un millar de este tipo de actores en el sector con respecto a las cifras registradas en el último mes de 2013, cuando el mercado español de transporte contaba con 194.432 autónomos.
Según UATAE, la desaparición de transportistas autónomos ha sido especialmente acusada en la Comunidad Valenciana, con una caída interanual del 1,6% y 327 autónomos menos; Andalucía, con un descenso del 0,7% y 192 autónomos menos; Madrid, con un retroceso del 0,6% y 168 autónomos menos; y Cataluña, que en 2014 perdió 228 transportistas autónomos, el 0,5% de los que había en esa región en 2013.
A pesar de que a primera vista los descensos en el número de autónomos no sean demasiado significativos, lo cierto es que llama la atención el retroceso de este tipo de actores, máxime cuando en otras áreas de la economía el número de autoempleos haya crecido exponencialmente. “Es preocupante que el sector transporte sea el único que perdió autónomos en 2014”, ha expresado al respecto la secretaria general de UATAE, María José Landaburu.
En su opinión, esta pérdida de transportistas autónomos se debe, en parte, a las modificaciones introducidas en la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre, aprobada en julio de 2013 y aplicada durante este año, la cuál no ha propiciado el acceso de nuevos empleadores al sector.
Según Landaburu, “los transportistas necesitan que mejoren las condiciones del consumo interno y la financiación, condiciones indispensables para la recuperación de la actividad y del empleo en el sector. En caso contrario, lamentablemente continuará la sangría de actividad y empleo en el sector”.
Además, el régimen de módulos aprobado recientemente por el Gobierno propiciará que a partir de 2016 se reduzca sensiblemente el límite máximo que permite acogerse a dicho régimen, ya que se establece un límite de facturación anual en el año anterior de 150.000 euros, y siempre que su facturación a empresas o profesionales no supere los 75.000 euros, lo que, en la práctica, supondrá la expulsión de la mayoría de transportistas autónomos de este sistema tributario.