El informe del Comité de expertos creado por el Gobierno, a instancias del Congreso, para asesorar sobre la estrategia futura de nuestro país en materia de energía y clima, plantea una subida del impuesto de los carburantes del 29% con el objetivo de fomentar la utilización de otras fuentes de energía, con el objetivo de descarbonizar todas las modalidades de transporte, así como la del establecimiento de otros impuestos relacionados con el medio ambiente y las infraestructuras.
Así, por lo que se refiere al sector del transporte por carretera, además de la mencionada subida de casi el 30% en el actual impuesto sobre el gasóleo, el informe plantea el establecimiento de una tasa (viñeta) por la utilización de la actual red viaria de autovías españolas.
El informe ya ha llegado a manos de los transportistas, que, como es lógico, han salido en tromba a criticar el documento y las medidas que incluye, principalmente el “brutal” -tal y como lo califica Fenadismer– incremento en la carga fiscal del gasóleo.
Y es que desde la organización que preside Julio Villaescusa se rechaza de forma rotunda el informe, puesto que “supone desconocer la realidad del sector del transporte por carretera tanto en materia de contribución al medio ambiente, en la que la tecnología actual de los camiones han reducido en más de un 90% los contaminantes emitidos a la atmósfera, como en materia fiscal, en la que el sector contribuye con casi el 50% del total de impuestos indirectos que recauda la Hacienda española, en concreto más de 12.000 millones de euros anuales“.
“Ello además contrasta con los beneficios fiscales de los que disfruta el transporte aéreo, marítimo y ferroviario que gozan de una exención total de impuestos sobre los carburantes que consumen”, añaden en su batería de críticas al polémico trabajo de los expertos.
Entre las consecuencias de la citadas medidas si llegaran a ponerse en práctica figura, alerta Fenadismer “romper con la tendencia de crecimiento positivo continuado de las exportaciones españolas, que se ha mantenido a lo largo de estos últimos tres años, y agravaría el desequilibrio del déficit comercial español entre las exportaciones y las importaciones“.
En este mismo sentido se han manifestado desde Astic, cuyo director general, Ramón Valdivia, ha recordado que 65% de las exportaciones españolas tienen como destino países de la Unión Europea y viajan en su mayoría por carretera, “por lo que gravar aún más los carburantes supondría aumentar los costes del transporte en la misma medida, perjudicando directamente a las empresas exportadoras y encareciendo igualmente las importaciones”.
Trabas a la exportación
CETM abunda en este argumento y afirma en un comunicado que el incremento del impuesto sobre el gasóleo y la puesta en marcha de una viñeta “no sólo dificultaría enormemente la exportación de nuestros productos (frutas y verduras, componentes de automoción, vehículos, productos químicos, textiles, siderurgia, papel, etc.) como consecuencia de nuestra situación geográfica periférica, sino que también tendría consecuencias inflacionistas pues se incrementaría el precio final de todos los productos, reduciéndose el poder adquisitivo de los ciudadanos, lastrando así el consumo“.
Por eso, los responsables de la confederación han mostrado su “total oposición a dichas medidas, que incidirían de forma desproporcionada e injusta sobre el transporte de mercancías por carretera, principal consumidor de hidrocarburos y usuario de las carreteras en nuestro país”. Y añaden desde CETM que el hecho de “poner barreras fiscales al desarrollo del transporte de mercancías por carretera que, paradójicamente, ya es uno de los sectores de actividad que mayores cargas impositivas soporta, es una imprudencia que la economía Española no puede permitirse ni este sector aceptar“.
Reflejo “inmediato” en los precios
En esa misma longitud de onda se expresa Ramón Valdivia, director general de Astic, quien destaca que un incremento impositivo como el que contempla el informe que maneja el Gobierno “tendría un reflejo inmediato sobre el coste final del transporte, ya que las empresas del sector no pueden asumirlo dada la estructura de costes que caracteriza a esta actividad, con un 30% de los mismos ligados al combustible“.
Además, tanto CETM como Astic recuerdan el bajo impacto que la actividad del transporte de mercancías por carretera tienen en las emisiones contaminantes en el seno de la Unión Europea(alrededor del 4% del total). Asimismo la asociación de transporte internacional lamenta el hecho de que “siempre que se necesita aumentar la recaudación se vuelve la vista hacia la carretera con cualquier excusa, como fue en su momento la financiación del sistema sanitario autonómico, el derogado céntimo sanitario, sustituido, ahora, en el informe de los expertos por la lucha contra las emisiones de CO2″.