Desde hace más de 90 años, el Servicio Global de Logística (SGL) es la columna vertebral de la logística que apoya la labor esencial de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR). Naturalmente, durante ese tiempo muchas cosas han cambiado, pero la tarea fundamental de la asistencia humanitaria sigue siendo la misma: hacer llegar suministros apropiados a los necesitados cuando lo necesitan y hacerlo al menor costo y de la manera más eficiente posible.
Si bien las necesidades son similares, nuestra capacidad de suplirlas cambió; la tecnología dio lugar a la creación de herramientas y la inmediatez que modificaron radicalmente la forma de gestionar la respuesta a escala mundial. Los modelos de predicción nos ayudan a desarrollar las capacidades apropiadas en los lugares apropiados. Modernas aplicaciones basadas en la web nos facilitan la gestión de la demanda y las tecnologías móviles se utilizan para recabar e intercambiar información en el terreno y desde allí.
Hoy en día, el SGL dispone de una experiencia incomparable y una verdadera capacidad mundial. Somos un equipo de experimentados profesionales de la logística que a diario demuestra su pericia en materia de adquisición, transporte, almacenaje, gestión de la flota y establecimiento de cadenas de suministro en todo el mundo. Hemos constituido existencias para satisfacer las necesidades de más de 450.000 personas en cualquier momento y nuestro catálogo de artículos de emergencia en inglés contiene descripciones minuciosas de más de 5.000 artículos de socorro con garantía de consistencia de la calidad, fiabilidad del suministro e idoneidad para el propósito previsto.
Además de apoyar la labor de nuestras Sociedades Nacionales, prestamos nuestros servicios sin ánimo de lucro a terceros que comparten nuestros objetivos humanitarios, lo que permite a ONG, gobiernos y otras organizaciones internacionales aprovechar nuestra pericia técnica, así como el alcance y la concentración del poder adquisitivo de la red humanitaria más grande del mundo.
En la situación actual, el sector humanitario tiene que responder con idoneidad a la creciente necesidad utilizando mejor las plataformas existentes, reduciendo la duplicación dondequiera que sea posible y mancomunando recursos para asegurar la sostenibilidad de nuestros esfuerzos. Esa es la lógica que apuntala primordialmente nuestra oferta de servicios a terceros y las recompensas, en términos globalmente humanitarios, saltan a la vista.