Cambio de cartera en el ministerio
Ana Pastor va a tener que exprimir a fondo su fama de trabajadora y hábil gestora para sacar adelante el doble reto que tiene ante sí: impulsar las infraestructuras como motor de la economía en tiempos en que el Estado tiene que aplicar una cura de austeridad radical, y reducir el stock de cientos de miles de viviendas sin vender cuando el sector inmobiliario está paralizado. Para ello, la nueva ministra de Fomento anunció ayer, tras recibir la cartera de su antecesor, José Blanco, que va a centrar la actividad de su ministerio en las inversiones de infraestructuras más rentables.
Rodeada de los grandes empresarios del sector —Florentino Pérez (ACS), Baldomero Falcones (FCC), Rafael del Pino (Ferrovial), Manuel Manrique (Sacyr Vallehermoso), Juan Ignacio Entrecanales (Acciona)…—, la mujer que ya encabezó el Ministerio de Sanidad en el Gobierno de José María Aznar se encuentra con un sector que está pasando por dificultades por el ajuste presupuestario aprobado por el anterior Gobierno, y que teme nuevos recortes tras oír de palabras de su presidente que necesita ahorrar al menos 16.500 millones de euros.
Pese a los recortes obligados, Pastor apostó por una red AVE “moderna, sostenible y eficiente”, conectada con los puertos y los centros logísticos, además de un modelo aeroportuario donde prime la eficiencia. Mencionó su interés en defender con especial ahínco “la seguridad y el futuro de los trabajadores del mar” y lograr que España se convierta en una plataforma internacional de transporte de mercancías.
En una sala repleta de empresarios, políticos y funcionarios, la segunda mujer que se hace cargo de Fomento —la primera fue la socialista Magdalena Álvarez— apeló ante el “duro entorno económico” a aplicar el sentido común que suele invocar el nuevo presidente.
En vivienda, Pastor recordó la voluntad del nuevo Gobierno de mantener el IVA superreducido, en el 4%, y de recuperar la deducción en el IRPF para la compra de vivienda. Por lo pronto, del organigrama del ministerio ya ha desaparecido la antigua Secretaría de Estado de Vivienda, que antes fue ministerio. La ministra tendrá que decidir qué hace con la ayuda de 210 euros que reciben los jóvenes para alquilar un piso. Aunque parece que esta subvención tiene los días contados, ya que Mariano Rajoy sugirió la semana pasada en Twitter que no tenía intención de prorrogarla.