La denominación de los vehículos de reparto ligero conocidos como “T” de la casa Volkswagen es la más longeva de las comercializadas en la actualidad en su segmento. Van por la sexta, y sin revolucionarios cambios estéticos, como es norma de la casa, pretenden que su Transporter T6 siga siendo referencia en un sector cada vez más animado.
Fiel a su política conservadora en lo que a imagen de producto se refiere, las T6 no han supuesto una ruptura estética respecto a las T5, sino por el contrario un refrendo del concepto global, pero con una batería de numerosos cambios “invisibles”. Veamos cómo le ha sentado la llegada de las mecánicas Euro 6 a la gama Transporter, la última en recibirlas.
En la familia Transporter encontramos hasta tres niveles de potencia, 84, 102 y 150 cv, articulados en torno al archiconocido cuatro cilindros en línea de 1.968 cm3. Queda fuera la variante que alcanza los 204 cv, reservada para los miembros con más pedigrí dentro de esta amplia familia. El que nos ocupa es el mayor de los disponibles para los dedicados al transporte de mercancias, y hemos de decir que el protagonista de nuestras páginas es la más equilibrada de todas, pues ofrece un nivel de potencia razonable para circular con carga, con un magnífico consumo tanto con ella como de vacío.
De hecho, en vacío ya hemos visto de lo que es capaz esta furgoneta de casi cinco metros de longitud y más de 1.800 kg de tara, que necesita tan solo 5,3 litros de gasóleo para recorrer un centenar de kilómetros, un dato que no deja de ser espectacular.