Por Silvio Pinto.- Se trata del primer vehículo híbrido pesado que visita nuestras páginas de pruebas. Con esta versión de propulsión alternativa a partir del modelo G 320, Scania ofrece una tecnología que para el reparto urbano puede acabar siendo muy rentable. Un camión que puede circular impulsado por su motor eléctrico, por el de combustión o por ambos a la vez.
De este modo, Scania se adelanta una vez más a la competencia. Y se adelanta como viene siendo habitual poniendo a disposición de la prensa especializada una tecnología que, si bien existe en algunos otros catálogos o proyectos de otros fabricantes, nunca ha sido testada a este nivel de prueba con datos de consumo incluidos. Este paso indica habitualmente una madurez en el producto correspondiente, que en este caso se acompaña con unos resultados realmente espectaculares en lo que a ahorro de combustible se refiere, que pondremos sobre la mesa, para valorar si compensa o no esta solución adaptada a la urbe.
El resultado de nuestro test en condiciones reales arroja un camión de distribución con un rendimiento magnífico en carreteras abiertas, y una reducción de consumo de combustible en conducción urbana sencillamente espectacular respecto a su equivalente sin hibridar.
Así, el Scania G 320 híbrido es un vehículo que puede ahorrar mucho combustible a su propietario, especialmente si desarrolla su trabajo en entornos urbanos e interurbanos complicados. El buen uso de su motor eléctrico le faculta para acceder a zonas restringidas para otros camiones y el térmico le permite lanzarse a carretera abierta sin limitación alguna y con un magnífico rendimiento. El Scania G 320 híbrido es un camión con dos caras, pero ambas buenas.