El plan previsto por el Ministerio de Fomento para prohibir la circulación de camiones por 1.360 km de carreteras convencionales para obligar a estos vehículos a circular por las autopistas de peaje paralelas afectaría a más de diez millones de servicios de transporte por carretera anuales, tanto de corto como de largo recorrido.
Esta es la estimación llevada a cabo por Fenadismer, organización que ha vuelto a rechazar la medida a través de su Asamblea General, celebrada recientemente, no sin mostrar al mismo tiempo su oposición a la "injustificada celeridad en aprobar de forma precipitada dicha propuesta".
Frente a la propuesta del ministerio, desde la organización presidida por Julio Villaescusa se propondrá al Ministerio de Fomento un plan experimental inicial limitado a un menor número de tramos de carreteras nacionales afectadas, para analizar su evolución, y en función del resultado ampliarlo a un mayor número de carreteras. Este plan, advierten, "debería basarse en el carácter voluntario de la utilización de las autopistas de peaje apostando por una intensificación de los descuentos a aplicar en los peajes que resulten atractivos para los transportistas".