Las pérdidas económicas generadas para el sector del transporte por la Cumbre del G7 celebrada recientemente en la ciudad francesa de Biarritz han sido cuantificadas en cuatro millones de euros, según informa la organización guipuzcoana de transportistas Guitrans, un cálculo que no tiene en cuenta las pérdidas de cargas de las empresas de este lado de la frontera debido al efecto Cumbre, ni el impacto de comenzar la semana de trabajo casi un día después, ni las retenciones posteriores a las 18:00 horas del lunes.
Un sábado de finales de agosto normal, los vehículos pesados hubieran podido circular entre las 0:00 y las 07:00 de la mañana y las 19:00 y las 24:00 horas y el domingo a partir de las 22:00 horas. Aunque en un principio la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco estableció una restricción continuada hasta el lunes 26 de agosto a las 18:00 horas, finalmente aprobó autorizar el paso de vehículos pesados por Biriatou desde el domingo a las 22:00 horas hasta el lunes a las 11:00 horas.
En todo caso, el sábado 24 de agosto hubo seis horas más de restricción y el lunes 26 siete horas más, y teniendo en cuenta que la Intensidad Media Diaria de Vehículos pesados en Biriatou supera los 10.000, en esas 13 horas, aproximadamente unos 5.500 vehículos se quedaron sin poder pasar la frontera, quedando a la espera de su reapertura. La Comisión Europea calcula que cada hora de retraso en cruzar una frontera supone un coste de 55 euros por camión, por lo que las cuentas que salen alcanzan cifras próximas a los cuatro millones de euros de pérdidas para el sector en la espera. “¿Quién se hace cargo de estas pérdidas?”, se preguntan en Guitrans.
Colas kilométricas habituales
Para terminar de empeorar la cuestión, aunque en Guitrans reconocen que las afecciones al tráfico por la Cumbre del G7 fueran menores de las esperadas ya que se utilizaron las infraestructuras existentes al 100%, resulta una vez finalizada “volvemos a la misma situación de siempre, largas colas kilométricas, 12 kilómetros el martes 27 y ocho kilómetros el miércoles 29 de agosto.
“Las colas se forman porque no se utilizan todas los pasos existentes para agilizar el tráfico, lo cual se puede hacer garantizando los controles y la seguridad. Es cuestión de medios. Lo que no es razonable es que sistemáticamente, sea un sector como el del transporte el que asuma las pérdidas provocadas por las acciones preventivas en materia de seguridad adoptadas por el Gobierno francés”, denuncian desde organización guipuzcoana de transportistas.