La velocidad, ya sea excesiva o inadecuada, es un problema de seguridad vial en muchos países según determina el Foro Internacional de Transportes (FIT), dependiente de la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE).
En 2017, 400 personas fallecieron en las carreteras en accidentes en los que la velocidad fue uno de los factores concurrentes.
La velocidad es el componente fundamental que determina la siniestralidad vial, la gravedad y el grado de lesión de las víctimas en caso de accidente de tráfico.
Recomendaciones de la OCDE para mejorar la seguridad vial
La OCDE en su último informe “Velocidad y riesgo de accidente” analiza las experiencias realizadas en diez países del mundo, entr los que se encuentran Dinamarca, Francia, Noruega y Suecia, después de poner en marcha cambios en los límites de velocidad o implementar programas de vigilancia por radares. En dicho estudio se constata que a mayor velocidad mayor número de accidentes y víctimas, mientras que un descenso de la velocidad se acompaña de un descenso de la siniestralidad.
El informe recomienda reducir la velocidad de circulación para disminuir los accidentes y las víctimas y propone un límite de 70 km/h en las carreteras sin mediana de separación entre los dos sentidos por el riesgo de choque frontal; a 50 km/h en zonas urbanas con intersecciones y riesgo elevado de colisiones laterales y en áreas urbanas residenciales, donde los vehículos comparten espacio con los usuarios vulnerables.