La deshidatación derivada de las altas temperaturas hace que ladistancia de frenado se triplique y pueden llevar a cometer los mismos errores que una persona que tiene un nivel de alcohol en sangre de 0,8 g/l, según un estudio de la Universidad de Laoughborough y la European Hydration Institute (EHI).
Para evitar este problema la Fundación CEA recomienda: ventilar el vehículo antes de salir si ha estado aparcado al sol, conducir con la ropa adecuada, usar gafas de sol, beber líquidos para no deshidratarse, realizar descansos, evitar las comidas pesadas, antes de sentarse al volante.
Los síntomas de deshidratación aparecen relativamente pronto en viajes largos y especialmente en verano, provocando la reducción de la atención, abotargamiento, sudoración, dolor de cabeza, cansancio y fatiga muscular. El uso del aire acondicionado no evita la aparición de estos factores, sino que puede resecar el ambiente, lo que también genera sed, además de sequedad en la garganta y fatiga, sensaciones que pueden afectar a la atención del conductor. Por ello, resulta aconsejable beber aunque no se tenga sed, dado que esta sensación aparece cuando ya existe un cierto grado de deshidratación.