El director general de Tráfico, Pere Navarro, y la directora general de Transportes Terrestres, Mercedes Gómez, han mantenido una reunión con representantes de los transportistas en la que se han analizado las consecuencias que tendrán algunas restricciones a camiones aprobadas por la DGT para 2020 y que han generado un gran malestar en el transporte por carretera.
En lo que respecta a la nueva prohibición a la circulación en la AP-1 en Burgos todos los domingos del verano y otros festivos, a todos los camiones que se dirijan desde el centro de la Península hacia el País Vasco y la frontera de Irún, el transporte ha planteado que puedan circular por la Nacional I, que ha quedado casi inutilizada como consecuencia del masivo trasvase de vehículos particulares a la autopista, quedando limitado a una circulación de menos de 150 vehículos al día por la carretera nacional.
"En la AP-7, las 90 plazas de aparcamiento a camiones se han quedado saturadas tras la liberalización del peaje en la AP-7 entre Tarragona y Alicante"
Durante la reunión se ha analizado el problema de la saturación de camiones en las áreas de servicio de la AP-7 desde que se aprobó, en septiembre de 2018, la circulación obligatoria de los camiones por dicha autopista, y que se ha visto agravado por el aumento de vehículos particulares que ahora transitan tras la liberalización de la autopista desde Alicante a Tarragona, producida el pasado 1 de enero. Se ha puesto en evidencia que las tres únicas áreas de descanso existentes en este tramo obligatorio de la autopista suman menos de 90 plazas de aparcamiento para camiones, que son insuficientes para atender las necesidades de repostaje, avituallamiento y descanso obligatorio de los más de 5.000 camiones que cada día circulan por la autopista.
Como solución, el transporte ha propuesto permitir a los transportistas abandonar la autopista de peaje hacia la carretera nacional N-340 para realizar labores de repostaje, avituallamiento o descanso, e incorporarse de nuevo a la AP-7 por la siguiente salida en el sentido de la marcha, lo que aliviaría la situación de colapso e inseguridad que soportan las áreas de descanso de las autopistas.
Ambas propuestas han sido acogidas de forma favorable por los responsables de la DGT, que han decidido estudiarlas y dar una respuesta a las organizaciones de transporte en las próximas semanas.