El Parlamento Europeo ha aprobado una nueva directiva que impone límites más rigurosos al ruido generado por el motor de los vehículos con el fin de mejorar la salud de los ciudadanos. El texto de la Eurocámara recomienda la introducción de etiquetas para informar a los compradores de los niveles de ruido de los vehículos nuevos, al igual que las ya existentes para determinar la eficiencia del combustible, el ruido de los neumáticos o las emisiones de CO2.
La nueva directiva establece una reducción del límite de ruido para los coches que, en doce años, deberá pasar de 74 a 68 decibelios, aunque a los vehículos más potentes se les permitirá superar este límite en 9 decibelios como máximo. Por su parte, los camiones de más de 12 toneladas de MMA deberán reducir su nivel de ruido de 81 a 79 decibelios.
Una vez en vigor las nuevas normas se traducirán en nuevos límites dentro de dos, cuatro y diez años, explica el propio Parlamento Europeo. La primera fase, que entrará en vigor a partir del 1 de julio de 2016, sólo aplicará límites de ruido a los nuevos tipos de vehículos, mientras que la segunda, a partir de 2020, y la tercera, a partir de 2024, reducirán los niveles de decibelios y afectarán a todos los vehículos fabricados dos años después de la entrada en vigor de cada una de las fases; es decir, en los años 2022 y 2026, respectivamente.
Por otro lado, los eurodiputados han destacado los bajos niveles de sonoridad de los vehículos eléctricos e híbridos, así como la amenaza que pueden suponer para peatones y ciclistas. En este sentido, la Eurocámara ha indicado que los fabricantes deberán instalar un sistema de alerta acústica en todos los vehículos híbridos fabricados a partir del 1 de julio de 2019. Por su parte, la Comisión Europea deberá presentar una propuesta sobre los nuevos requerimientos antes de julio de 2017.