Según revela la Agencia EFE, la ministra de transportes francesa, Elisabeth Borne, ha indicado que su Gobierno tiene intención de imponer una nueva tasa a los camiones que circulan por las carreteras del país, un dispositivo concebido para gravar a los transportistas extranjeros. Esta cuestión se debatirá en el Parlamento francés y el objetivo es que todos los camiones que utilizan las infraestructuras de transporte contribuyan a su financiación.
La fecha prevista de aplicación será 2020, según indicaciones de la ministra, ya que "aún están por definir sus modalidades y su cuantía, algo que tenemos intención de debatir en particular con las empresas francesas de transporte". En cualquier caso, reafirmó que "habrá una contribución y esperamos que ese gravamen represente varios cientos de millones de euros de recaudación al año".
El pasado mes de enero, el diario "Les Echos" reveló los planes del Gobierno en este asunto: el objetivo es crear un impuesto a los camiones con el que ingresar unos 550 millones de euros al año. Al parecer, sería una alternativa a la ecotasa, que se había concebido para los camiones que utilizaban carreteras libres de peaje, y que fue abandonada a finales de 2013 por las protestas que generó, en particular, en la región de Bretaña.
Reacciones
Los representantes de la FNTR y otras federaciones de transporte de mercancías por carretera francesas, que fueron recibidas por Elisabeth Borne tras la presentación del informe Duron sobre las prioridades de inversión en el transporte para los próximos 20 años, ya transmitieron a la ministra su oposición total a cualquier nueva imposición y su solicitud para que se examine el uso de los ingresos que ya genera la carretera, evaluados en 39.000 millones de euros.
Según las patronales del transporte francés, gravar una vez más al sector del transporte de mercancías por carretera sería "arruinar la competitividad de las empresas de transporte. Los ingresos generados por el transporte por carretera deben estar mejor orientados hacia la regeneración de la infraestructura sin la necesidad de imaginar la creación de ingresos adicionales. Pensar en un nuevo impuesto a los vehículos pesados es, claramente, una doble penalización: los camiones pesados pagan ya cuatro céntimos de impuestos adicionales por cada litro de combustible".