En una nota de prensa, Fenadismer recuerda que el Gobierno galo aprobó, mediante el Decreto 2012/284 de 28 de febrero de 2012, la obligatoriedad de que desde julio del pasado año determinados vehículos a motor (camiones, autobuses, turismos y motocicletas de más de 50 cm³) que circularan por las carreteras francesas debían llevar obligatoriamente un etilómetro a bordo, estableciendo un régimen sancionador en caso de incumplimiento que entraría en vigor en noviembre.
Sin embargo, ante las dificultades para suministrar etilómetros suficientes ante la demanda de los conductores, tanto franceses como de los países limítrofes, y la limitación de la capacidad de producción por parte de los fabricantes (situados principalmente en China y el norte de África), unido a los abusos cometidos por algunos establecimientos, que llegaron a quintuplicar los precios de venta debido a su escasez, así como a la falta de fiabilidad de alguno de los aparatos que se vendían, obligó al Ejecutivo francés a aplazar el pasado mes de octubre la entrada en vigor de su régimen sancionador hasta el 1 de marzo de 2013, que con la nueva decisión queda aplazado «sine die».