En la tarde del miércoles, 30 de enero, se ha celebrado una reunión entre el departamento de Mercancías del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) y la Dirección General de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento para intentar avanzar en las negociaciones que llevan abiertas meses tras el anuncio, el pasado mes de octubre, de movilizaciones, si no se atendían las reivindicaciones del sector del transporte.
En primer lugar, el Ministerio de Fomento ha confirmado que el ROTT (Reglamento de Ordenación de los Transportes Terrestres) se encuentra, tras el informe favorable del Consejo de Estado, listo para su aprobación y entrada en vigor, que se producirá, con bastante probabilidad, a principios del mes de febrero. Fomento se ha comprometido a entregar una copia al Comité Nacional del Transporte por Carretera antes de llevarlo al Consejo de Ministros.
Además, el ministerio ha confirmado el apoyo del Ministerio de Justicia para comenzar la modificación legislativa, que incluirá la desaparición de la posibilidad de pacto en contrario en la Ley del Contrato de Transporte, en materias de plazo de pago, cláusula de revisión de precio de combustible y en las operaciones de carga y descarga.
También ha informado del compromiso de la Dirección General de Tráfico de estudiar, el 12 de febrero con el Comité Nacional, los supuestos concretos en los que se permitirá, cuando sea obligatorio en autopistas de peaje, la salida y entrada de los vehículos por el trayecto más corto en el sentido de la marcha.
Por parte de la Dirección General de Carreteras se va a hacer un trabajo, con la participación del Comité Nacional de Transporte por Carretera, para desarrollar e identificar zonas estratégicas para la ubicación de áreas de descanso seguras y la habilitación de los actuales 33 aparcamientos de viabilidad invernal existentes para su uso.
Por último, el Ministerio de Fomento se ha comprometido a coordinar con el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio del Interior las acciones necesarias para eliminar los continuos cuellos de botella que se producen desde hace tiempo en la frontera vascofrancesa, en el paso de Biriatou, que depende de la Administración francesa.