Fenadismer ha hecho público un comunicado en el que alerta del “caos” que se vivió ayer, 3 de septiembre, en el primer día laborable en el que estuvo en vigor la prohibición del tránsito de camiones en las N-340 y en la N-240 y su consecuente desvío obligatorio hacia las AP-2 y AP-7.
Según explican desde la federación de transportistas, las medidas restrictivas afectan a más de 4.000 camiones cada día, que se ven ahora obligados a circular por las mencionadas autopistas de peaje. Esta gran cantidad de vehículos pesados viene a sumarse a los que ya circulaban habitualmente por estas vías, lo que ha propiciado ya desde el primer día efectivo de desvío obligatorio el colapso de los servicios que requieren los profesionales de la carretera.
En este sentido, durante el primer día efectivo de la prohibición de circulación por la N-340 y N-240 a su paso por determinados tramos de las provincias de Castellón, Tarragona, Barcelona y Lérida, se han producido “gravísimos problemas de sobresaturación de aparcamiento en las dos únicas áreas de descanso existentes en la autopista AP-7, en concreto la de La Ribera y la del Baix Ebre, dificultando que los transportistas puedan realizar los descansos que por ley están obligados a hacer cada cuatro horas”.
Por ello, Fenadismer critica “la precipitación y casi nula difusión” de las restriccionesaprobadas, ya que la prohibición de circulación a camiones por ambas carreteras nacionales entró en vigor a las 24 horas de su publicación en el BOE y en fin de semana, “lo que ha pillado desprevenido a un importante número de transportistas, tanto españoles como extranjeros”.
Sea como fuere, la organización que preside Julio Villaescusa continúa insistiendo en su “rechazo absoluto a la restricción a camiones aprobada por su carácter obligatorio, por lo que ha acordado llevar a cabo medidas en contra de la misma, que serán consensuadas con las restantes asociaciones de transportistas en la reunión que mantendrán en el Ministerio de Fomento el próximo 12 de septiembre”.