La Asociación Provincial de Empresarios de Transportes de Mercancías por Carretera ha asegurado hoy que este sector vive un momento delicado como consecuencia de una "brutal" presión fiscal y tributaria.
El presidente provincia y regional de esta asociación, Carlos Marín, en rueda de prensa, ha asegurado que este sector, vital en la economía española, ve cómo sufre esta presión y ha puesto como ejemplo el hecho de que un camión en la provincia de Ciudad Real, paga 240 euros de impuestos al día.
Para Martín la situación es insostenible si, como se pretende, la presión fiscal y tributaria continua en aumento, como ocurriría si entra en vigor el nuevo impuesto denominado "euroviñeta".
A ello, ha comentado, se une el aumento del impuesto de hidrocarburos y los costes de los peajes que están influyendo muy negativamente en el mantenimiento del sector.
Martín ha comentado que los transportistas no pueden controlar los costes y, lo que es mucho peor, no pueden repercutir la subida de estos costes en sus precios, debido, ha dicho, "a la posición dominante que ejercen los cargadores sobre nosotros".
El presidente regional de esta asociación también se ha referido a los altos precios que debe pagar el transportista por el gasóleo, debido igualmente a la posición dominante de las petroleras, a las que ha acusado de provocar el "efecto cohete pluma, que provoca que el precio del crudo en origen descienda, pero las petroleras no reduzcan los precios a un ritmo proporcional a esta caída y no llegue a los usuarios finales".
El máximo responsable de los transportistas castellanomanchegos ha reclamado a los diferentes grupos políticos un compromiso para llegar a acuerdos que contribuya a reducir la presión fiscal, de tal manera, que se puedan garantizar los puestos de trabajo.
En otro orden de cosas, Carlos Marín también se ha referido al trato que se les está dispensa a los transportistas por parte de las entidades financieras.
En este sentido, ha reclamado un cambio de actitud de éstas hacia los empresarios, a los que, ha señalado, "se nos trata como a un sector de riesgo, ahogando así a las pequeñas empresas y los autónomos".