La salida del Reino Unido de la Unión Europea a través del Brexit que se inició el pasado 27 de marzo tendrá consecuencias directas sobre el transporte de mercancías por carretera, entre ellas un endurecimiento de los requisitos aduaneros y a un mayor control de circulación de vehículos y mercancías, según un análisis elaborado por Wtransnet, que concluye también que “la devaluación de la libra esterlina y la pérdida de poder adquisitivo de los británicos vaticinan una disminución de los flujos de mercancías entre el continente y las islas”.
Ahora bien, los autores del informe han analizado los flujos de mercancías transportadas en camiones desde y hacia Reino Unido, dentro de la Bolsa de Cargas de Wtransnet, para llegar a negar que “de momento, el proceso de Brexit haya afectado a las transacciones comerciales”.
“Si tuviéramos que analizar el Brexit desde el punto de vista de las ofertas de cargas y camiones desde o hacia Reino Unido podríamos decir que nada ha cambiado. Los flujos de mercancías hacía Reino Unido desde el Viejo Continente se han mantenido de forma lineal, siguiendo la temporalidad que afecta al sector, con sus respectivas puntas de trabajo desde el 2015 hasta el pasado mes de mayo”, advierte el informe.
Así, los datos reflejan un pico de ofertas de cargas que tienen lugar, tanto si de importación como de exportación, en el mes de septiembre y entre los meses de enero y febrero, “independientemente de la noticia de la futura salida de Reino Unido de la Unión Europea”.
Por otro lado, parece claro que otros aspectos que podrían verse afectados por la salida del Reino Unido son la regulación del cabotaje, la normativa de trabajadores desplazados y la legislación sobre pesos y dimensiones.