Imagen de transportistas
Un estudio sobre el Impuesto sobre las Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos (IVMDH) llevado a cabo por el Centro de Investigación delTransporte (TRANSyT) de la Universidad Politécnica de Madrid
(UPM) para la Fundación Francisco Corell confirma que las empresas de transporte por carretera han soportado un coste adicional, debido al céntimo sanitario, de hasta 2.500 millones de euros en los últimos seis años.
A esta cifra habría que añadir el coste generado durante el presente ejercicio.
Algunas de las conclusiones de este informe indican que el céntimo sanitario supone un lastre para la productividad del sector.
Este estudio destaca el hecho de que el tramo autonómico del impuesto puede ser aplicado dentro de una horquilla con mucha holgura, lo que produce importantes diferencias en el gravamen a soportar, dependiendo de la Comunidad Autónoma donde se aplique.
En el caso del gasóleo, esta variación abarca en la práctica desde los 24 euros por cada 1.000 litros en las Comunidades Autónomas que sólo aplican el tramo estatal, hasta los 48 euros por cada 1.000 litros de aquellas con el tramo autonómico más elevado.
Todo ello genera significativas desventajas competitivas entre unas empresas y otras en función de la Comunidad Autónoma en que se opere.
De este modo, el informe estima que el coste adicional de un vehículo de transporte de mercancías es de 17.000 euros, frente a los 15.000 euros por vehículo en el caso del transporte de viajeros. Por este motivo, en total, el conjunto del sector profesional del transporte, viajeros y mercancías, podría reclamar la devolución de una cifra superior a los 2.500 millones de euros.
El importante desembolso realizado en concepto del IVMDH en los últimos años ha significado un perjuicio para la productividad y competitividad del sector del transporte por carretera, tal y como sentencia este estudio, pues supone un coste adicional cuyo carácter legal, además, ha sido criticado por la UE.
“La aplicación de este impuesto ha contribuido a gravar en exceso las actividades del transporte, coincidiendo con una época de gran recesión y duros reajustes en el sector”, explica la Fundación Corell, que añade: “Esta posición ha influido en la pobre situación económica de gran número de empresas de transporte, llegándose incluso a la desaparición de algunas de ellas, y por lo tanto
afectando negativamente no sólo al sector en particular, sino al tejido productivo industrial”.