Las fluctuaciones en los precios del petróleo y el combustible hasta 2008
2ªSemana de Febrero de 2011
En Parcisa nos hacemos eco de las preocupaciones que caen sobre el sector, y ante los posibles efectos de la subida del precio del gasóleo, emitimos nuestra opinión al respecto:
La actual crisis económica, nos sorprende cada día con sobresaltos negativos: nuevas advertencias sobre la debilidad del euro, recetas de la Comisión Europea o del FMI sobre las medidas que la economía española debe adoptar con prontitud, falta de consenso entre los agentes sociales sobre las reformas…
Los principales problemas del mundo del transporte profesional por carretera, en esencia, se resumen en dos: Menos trabajo y trabajar más barato.
Pero hay un elemento todavía más directo y contundente que golpea con fuerza contra la viabilidad de las empresas de transporte por carrretera: la subida constante del precio del gasóleo. Repostar los depósitos los camiones, a fecha 15 de Febrero de 2011, les cuesta a los transportistas en una gasolinera cualquiera de Castilla La Mancha unos 1,235 € / litro, lo que supone un incremento superior al 20% respecto al precio del año pasado por estas fechas (0,9613 euros/litro) y mucho mayor incluso que el de hace dos años (0,8646 euros/litro).
Con todo lo que está sufriendo el sector, la subida del precio de los carburantes "ahoga" todavía más la posibilidad de hacer rentables muchos de los portes. Y como estamos avalando nuestros argumentos con cifras y datos, recordamos que la última gran crisis del Sector, con la consiguiente huelga, se produjo en el verano del año 2008, cuando el precio del gasóleo subió hasta los 1,30 € / litro. Con esta expreciencia anterior, todos somos conscientes de que si no se corrige a la baja el precio del combustible en las estaciones de servicio, es bastante probable que el transporte profesional por carretera se vea abocado a un nuevo conflicto.
Y aunque es un mal momento para una nueva huelga que casi nadie —con un poco de cabeza— desea. Hay que ser conscientes de la grave situación a la que se encamina el Sector. Desde Parcisa, queremos transmitir a las organizaciones nacionales como Cetm, la preocupación del transporte de cisternas por carretera y la imperiosa necesidad de frenar esta escalada irracional de precios. Y la calificamos de irracional porque no se corresponden, en absoluto, los precios en las estaciones de servicio con los de las cotizaciones del petróleo.
Muchas veces nos hemos formulado la eterna pregunta: ¿por qué cuando sube el petróleo lo hace también de manera inmediata el gasóleo?, y ¿por qué cuando el petróleo baja no se traduce en las gasolineras en la misma proporción? En la mente de todos está que la culpa es de las grandes distribuidoras en España, que han diseñado un mercado de los carburantes en régimen de monopolio, garantizándose de antemano unos márgenes de hasta 10 céntimos por litro.
Pero... seamos más claros. El precio final del gasoil lo deciden Repsol, Cepsa y BP; no es un argumento particular ni gratuito, pues así lo define el propio asesor jurídico de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES). De hecho, la Comisión Nacional de Competencia (CNC) sancionó el pasado mes de julio de 2010 a las tres compañías con una multa de 7,9 millones de euros por prácticas monopolísticas. La sentencia todavía no es firme, pero la Audiencia Nacional ya les ha pedido avales a las tres compañías, en espera de que la sentencia sea definitiva.
7,9 millones de euros es una multa importante, si es que al final la pagan, pero seguramente ya la tienen más que amortizada. ¿Y a los verdaderos perjudicados por estos precios ilícitos, quién nos compensa? Perdemos demasiado tiempo hablando de planteamientos macroeconómicos sobre la crisis global y nos olvidamos de afrontar otros problemas cercanos que nos golpean muy duro cada día. Alguien tiene que hacer algo con respecto a las tres grandes petroleras que operan en España, alguien tiene que poner freno a esta nueva escalada de precios del gasóleo. En caso contrario, el conflicto está servido.