La Comisión Europea ha iniciado un procedimiento de infracción contra Austria por la aplicación de su exigencia hacia los transportistas extranjeros de equiparar el salario mínimo a todos los conductores profesionales que crucen el país. Para Bruselas, se trata de una restricción a la libre circulación de mercancías.
En concreto, la aplicación de las medidas austriacas se refiere a las operaciones de transporte internacional que no implican expresamente a Austria (al ser operaciones de paso) y que, según el punto de vista de la Comisión, dichas medidas no están justificadas. Además, "crean costes administrativos desproporcionados que impiden que el mercado interno funcione de forma adecuada". El Ejecutivo comunitario también considera que "hay medidas más proporcionadas que están disponibles para salvaguardar la protección social de los trabajadores y para asegurar la competencia leal, al tiempo que se garantiza la libre circulación de servicios y mercancías".
De este modo, tras un intercambio de información con las autoridades austriacas y con una completa evaluación legal de las medidas austriacas, la Comisión ha decidido enviar un comunicado formal de aviso a Austria, que es el primer paso en el procedimento de infracción. Las autoridades nacionales tienen ahora dos meses para responder a los argumentos que aplica la Comisión.
Antecedentes
Diversos países están legislando para luchar contra la competencia desleal que supone que empresas extranjeras operen en Estados en los que no están establecidas, pagando salarios más bajos a sus trabajadores y ofertando precios por debajo del mercado. La Comisión Europea apoya el principio de salarios mínimos. Sin embargo, también se asegura que el cumplimiento de las políticas nacionales sean compatibles con la normativa comunitaria (en este caso, con la Directiva de desplazamiento de trabajadores, Directiva 96/71/EC).
Al igual que Austria, Alemania y Francia aplican el salario mínimo al transporte, por lo que también se les ha abierto un procedimiento de infracción.